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miércoles, 21 de mayo de 2014

Monólogo interior y Corriente de conciencia.


Monólogo interior  y corriente de conciencia.
Monólogo interior.
¡Al fin, al fin, al fin! Mi sueño se ha cumplido y aquí estoy sentado en este gran sillón azul tantas veces deseado, sueños que luego se volvían pesadillas al despertar y encontrarme con la realidad de mi derrota, y al otro día con la burla y el escarnio de mis contrincantes y de los falsos  periodistas difamadores que venden sus notas escritas o electrónicas  al mejor postor ¡Bola de desgraciados ¡  pero ahora no , ahora es cierto, tan real como que me llamo Pascual Romero y soy el Jefe Máximo de este distrito y no porque lo  diga yo, sino porque los votos de la ciudadanía así lo quisieron  y acudieron a depositar sus boletas en las urnas durante el proceso electoral de ayer y bien contadas esas papeletas electorales resulta que : ¡Yo, yo  Pascual fui el ganador!-  el único ganador les guste o no a mis adversarios. ¿Qué hice trampas? -¿Y a quién le importa eso? Por lo menos a mí no me importa, yo me estoy remolineando  aquí en este amplio y acojinado sillón, puedo poner los pies encima del escritorio de este gran despacho azul y oro , puedo acostarme largo a largo en la mullida alfombra y observar las fotografías de mis antecesores en esta jefatura ,que seguramente hicieron peores fraudes que yo para lograr el mando, y ahora cínicamente me sonríen desde esas fotografías colgadas en la pared como si de verdad tuvieran tranquila la conciencia, bueno,  los que siguen vivos, porque los que están muertos se estarán asando en el fuego del averno. Puedo abrir los ventanales  de par en par y gritar desde el balcón central hacia la plaza pública y al mundo que yo Pascual Romero soy la máxima autoridad porque…
Y hablando de conciencia, mi conciencia ya está sepultada. Yo la maté porque quería dominarme. Estas llaves que tengo en mi mano derecha son las del cuchitril que hasta ayer tenía como oficina, y a partir de mañana estarán depositadas en una caja de cristal en la entrada principal de esta casa de gobierno y serán las primeras llaves de millones que en esa urna se irán acumulando para fundirlas después y forjar una estatua, ¡Mi monumental estatua! Que ya la veo luciendo sus bronces en majestuoso pedestal a la entrada de la ciudad para que todo el que pase o nos visite, sepa quién fue el  prócer que dio mayor lustre y renombre a esta metrópoli. Si, porque al término de mi mandato esta asquerosa ciudad, este nido de ratas será una metrópoli admirada por propios y extraños. 


Corriente de conciencia.
Siento las manos tibias de mis hijos que se afianzan con fuerza a las mías mientras caminamos sin prisa en la noche que es todavía temprana y no se ve la Luna pero hay claridad que provienen del cielo que luce estrellado y sin bruma por lo que a cualquier lado que dirijas la mirada se ven titilantes lucecitas y como una  inmensa cubierta nos envuelve la Vía Láctea y nosotros que somos parte de esa inconmensurable cubierta celestial nos sentimos tranquilos y seguros aunque la noche es fresca de las manos de mis hijos brota un calorcillo encantador al tacto y siento que cada vez sus manitas van creciendo y llenando  mis propias manos y se sujetan con fuerza cuando llegamos a las puertas de la escuela de la vida que siempre están  abiertas a la espera de todos los que deseamos asimilar algo nuevo y positivo aunque hay tantas acciones negativas que igual se pueden aprender por quien tenga el deseo y la capacidad de cultivarse en lo que suponga que le puede ser útil para eso es la libertad de elegir el destino de cada quien y transitarlo por una brecha o por una gran avenida pero se está filtrando por mi nariz un olor desconocido y es que  vamos cruzando un cementerio y de reojo veo una lápida con mi nombre brillando bajo las estrellas y esa loza  cubre una tumba abandonada rodeada con flores silvestres que aún en la noche alcanzan a lucir tenues reflejos de rocío de la llovizna divina que alcanzaron atrapar en sus pétalos y que siempre cae en los panteones para purificarlos y esto permite que en el aire se perciba un vaho con olor a rosas recién cortadas y sigo caminando con mi familia sin darle  importancia al hecho ya que la muerte es solo un paso más en la existencia de los seres humanos que no debe distraer la atención del objetivo primordial  porque no me atan mis raíces que siguen alimentando al tronco familiar que va creciendo y engrosando tanto que al extender los brazos a los lados sin proponérmelo toco los hombros de mis  hijos que han crecido sin que yo me hubiera percatado realmente de esa fecundación espontánea que ellos mismos han provocado en su vida al tiempo que descubro que llevan a sus respectivas esposas e  hijos de la mano a la par que elevo mis brazos extiendo también los dedos de las manos y en ellas florecen y se ramifican hijos nietos y hasta una biznieta que parece una hermosa flor de color violeta y entre todos y vista estas ramificaciones recortadas sobre el cielo me doy cuenta que el árbol genealógico crece y las ramas se mantienen fuertes soportando embates de vientos y tempestades produciendo sus propios frutos y flores  de manera  independiente pero asidos todos a un parentesco común que se alimenta de aquellas raíces cada vez más profundas y lejanas pero es así como todos van llegando a nuevos amaneceres donde se oyen trinos y cantos de aves que van haciendo sus nidos y alegrando con sus cantos el oído aunque no han faltado duendes malignos, fantasmas y perros acechando por el camino que ladran  fuerte a veces e intentan morder pero con cuidado los he sorteado sin resultar lastimado pero llega  la hora en que perros y noche salen despavoridos cuando empieza a vislumbrarse los rayos de una resplandeciente luminosidad que nace y ahuyenta  la lobreguez del manto de la noche mientras los perros se llevan prendidos entre sus colmillos jirones de esa negrura  para dar paso a un esperanzador nuevo día y todos los seres que nos amedrentan se desvanecen    junto con la noche atemorizados por la presencia  de los primeros rayos del Sol.
Donaciano Barradas Ortega.

San Juan Evangelista, Ver. México. A 21 de Mayo de 2014.

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